lunes, 14 de septiembre de 2009
Mes de la Biblia 2009 - Introducción
INTRODUCCIÓN
La celebración del Mes de la Biblia es un logro que anima al Pueblo de Dios al conocimiento, difusión y, sobre todo, lectura y veneración de las Sagradas Escrituras. En Venezuela se viene realizando con entusiasmo y sin interrupción este tiempo especial de animación bíblica, desde hace más de una década.
La elección de temas que motiven la lectura, el estudio, oración y anuncio durante el Mes de la Biblia, ayuda a los agentes de pastoral a la realización de actividades motivadoras y formativas durante este tiempo. El tema elegido para el año 2009 es Vengan y verán (Jn 1,39). El seguimiento de Jesús en los evangelios. Se enmarca en la gran acción evangelizadora de la Iglesia de América Latina y el Caribe: la Misión continental.
En el documento Nº 1 del nuestro Concilio Plenario, sobre la Proclamación profética del Evangelio, encontramos numerosas invitaciones a acoger la palabra en el corazón, celebrarla en la oración y testimoniarla con la vida. Entre otras vale la pena recordar las siguientes: “La Iglesia en Venezuela, para cumplir su misión de «anunciar el Evangelio a toda criatura», está llamada a vivir en profundidad su encuentro con Jesucristo, a proclamar, con el testimonio de vida y con la palabra, su muerte y resurrección, y a denunciar cuanto nos aleje de él. Para lograrlo el CPV propone:... Recuperar en el ámbito católico, en todo el proceso de iniciación cristiana y en toda la vida, la lectura orante de la Biblia, que lleve a la adhesión de corazón y a la entrega vital a la persona y mensaje de Jesucristo, multiplicar los esfuerzos por entregar la Biblia al pueblo, como medio privilegiado de avanzar en esta dirección” (105 y 106). Toda actividad que se realice durante este mes tiene precisamente este sentido evangelizador, y esta dimensión misionera.
Precisamente, porque a nivel nacional y diocesano, se ha dedicado el año 2009 como tiempo para sensibilización y formación de los agentes pastorales de la Misión Continental Evangelizadora, proponemos como tema de profundización el seguimiento de Jesús, eje del documento de Aparecida, que invita a los creyentes a vivir en profundidad la fe y relación con el Señor para ser sus discípulos misioneros. Por ejemplo, el siguiente texto: “La maduración en el seguimiento de Jesús y la pasión por anunciarlo requieren que la Iglesia particular se renueve constantemente en su vida y ardor misionero. Sólo así puede ser, para todos los bautizados, casa y escuela de comunión, de participación y solidaridad. En su realidad social concreta, el discípulo hace la experiencia del encuentro con Jesucristo vivo, madura su vocación cristiana, descubre la riqueza y la gracia de ser misionero y anuncia la Palabra con alegría”. (DA 167)
La articulación de los temas en cuatro semanas es orientativa. Lo que importa es la secuencia y progresividad en la comprensión y en la asimilación vital de la experiencia de seguimiento. Comenzando por la aproximación a los textos de las vocaciones de los primeros discípulos en los evangelios sinópticos, junto con otras llamadas (1ª semana), se pasa al descubrimiento de las exigencias del seguir a Jesús (2ª semana) tal como él mismo la presentó a quienes llamó para estar con él y compartir su misión, y a quienes le expresaron su deseo de seguirle. A partir del reconocimiento de la necesidad de conversión y de participación en la misión de Jesús, se aborda el eje central del llamamiento que es la comunión de vida y destino con Jesús (3ª semana) para ser y hacer como él. Cierra la reflexión la profundización de los temas de vocación y seguimiento en el evangelio de Juan, quien universaliza la llamada en el marco de la comunidad cristiana.
Este material de apoyo está destinado a los agentes de pastoral: tanto a los que ya participan en la comunidad, como a aquellos que han ido incorporándose con el llamamiento a la Misión. Se complementa con algunos apoyos didácticos para trabajar con grupos y círculos bíblicos a partir de los temas propuestos, de forma más sencilla, y sobre todo con la lectura directa de los textos bíblicos. Por lo demás, todo esto se presta para ser adaptado a la circunstancia pastoral, a las posibilidades y a la creatividad de dichos agentes.
Estudio y celebración, anuncio y testimonio, oración y acción, harán de los temas propuestos para este Mes de la Biblia que los creyentes, y sobre todo aquellos más comprometidos con la misión eclesial, renueven su adhesión de fe al Señor Jesús y enraicen en el seguimiento, como discípulos y misioneros, su compromiso apostólico.
María, la madre de Jesús, que escuchaba y guardaba en su corazón lo que vivía… y María, la hermana de Marta, que no vaciló en sentarse a los pies del maestro y escoger la mejor parte, nos enseñen a sentarnos a “escuchar” (Lc 10,39) y a “guardar en el corazón” (Lc 2,19).
Caracas, 3 de septiembre de 2009
Comisión Asesora Nacional
de Biblia y Catequesis
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